Urgencia.
Ése es el motivo. Urgencia por compartir fragmentos de vida fosilizados. Y de ahí la parquedad. Otro día explicaré, tal vez, lo de la charca y el sapo...
A todo esto, un saludo.
Bienvenidos.
sábado, 4 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bonita charca, sapo.
ResponderEliminarEstaré atenta para no perderme nada de lo que quieras contarnos. Un beso. Nova
CREO QUE ESTA CHARCA ESTÁ MUY SOLA...TAL VEZ SE DEBERIA DECORAR CON ALGO DE LENTEJUELAS Y OROPELES DE FANTASIA,GUIRNARLAS DE PALABRAS, SUEÑOS QUE NO SE CONFIENSAN,BESOS INVISIBLES,SOLILOQUIOS DE PASION ...HACE FRIO,AGUA VERDE ,TRISTE, MUDA,ENAMORADA DE GRISES ALREDEDORES ..DONDE ESTAS SAPO? ACASO TE CONVERTISTE YA EN PRINCIPE?
ResponderEliminarDE UNA RANA QUE BUSCA A UN SAPO.
¿Príncipe? ¿Yo???? ¡Por Dios! Éste es un sapo con vocación de sapo, un batracio que no quiere ser príncipe, que sueña con hollar paisajes improbables, ensartar un horizonte tras otro y alcanzar alguna cima ignota. Al libre albedrío del viento y del azar. Y antes de morir, desde allá arriba, o desde esta misma charca, mirar desafiante a las estrellas y gritarles, puño en alto: ¡he vivido!
ResponderEliminarDime, rana: ¿algún príncipe ha logrado alguna vez algo parecido?